Un alpinista (bueno, un
montañero, de momento) está acostumbrado a vivir emociones fuertes.
Convivir con el vértigo, el frío, el riesgo ¿controlado?;
adrenalina en estado puro, vamos. Pero a veces, solo en contadas
ocasiones disfrutamos de la calma. Y os preguntaréis, qué es la
calma para mí. Pues supongo que algo muy parecido al resto los
mortales.
El día amaneció mohíno
y gris, la noche había sido un torrente de lluvia y nuestro plan de
escalada se había chafado, o eso pensaba yo. Un whatsapp a las siete
de la mañana rompió mis sueños. Pablo había perdido el autobús y
llegaría al mediodía, mi plan de escalada se complicaba aún más.
Alex no tardó en dar señales de vida y a media mañana asomó por
Logroño. Tras tirar el tiempo y las cañas llegó Pablo y los tres
juntos nos dirigimos a comer a la que sería nuestra casa durante dos
días. Sarmientos, parrilla, cordero y verduras: fabulosas viandas
para recordar batallitas. A la tarde el día se presentaba mejor y,
aunque fuera solo para enseñarla, nos encaminamos a Clavijo, mi
escuela de escalada preferida. Y, bueno, tres montañeros juntos y
una roca en pésimas condiciones solo podían dar como resultado una
cosa: un par de vías escaladas y unas risas compartidas hasta la
caída del sol. La noche se puede resumir rápido: vino, laurel,
pinchos, cerveza y un curioso bar, el Iturza.
El día siguiente fue
productivo de verdad, a ello contribuyó que no decidiera llover,
sino diluviar sobre Logroño. Y surgió la siguiente cuestión,
¿Pueden tres personas, un ordenador, un puñado de mapas y libros y
una chimenea preparar dos expediciones en un día?. Pues parece ser
que sí. Fue un trabajo duro, debo decir: vuelos, material,
crono-grama, actividades exactas, porteadores, planificación de
comidas y un largo etcétera se llevaron el día. Resultado: nos
vamos al Himalaya a hacer varios seismiles y un recorrido circular
apasionante, en total autonomía, y al Cáucaso, a escalar la montaña
más alta de Europa en estilo alpino. Pero bueno como se dice,
supongo que fue “La calma que precede a la tempestad”.
Galeria La Calma
Galeria La Calma
al final la habeis liado gorda ehh?? jajaja mirad a ver si os sobra un sitio para el himalaya!!!!
ResponderEliminarCon ese frío daba ganas de ahorcarse... intentando hacer yaniros con los piolos!! jajaja Un abrazo, compañero!!!
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